El mundo
Para qué hablar de los estúpidos, siempre gratuitos e irreparables muertos. De varios de ellos, por desinformado, nada sé. A muchos, acaso por lectores veteranos, nos suenan más el talentoso loco Wolinski, e incluso Cabú, que el resto de los arrasados. Aquellos son de la raza, de la generación, de la sintonía provocadora sesentista de...
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