El país
Justo en septiembre, un mes de históricas resonancias golpistas –el derrocamiento de Yrigoyen en 1930, el de Perón en 1955, el de Salvador Allende, en 1973, golpes de cacerolas mediante–, y en los días en que Luis Barrionuevo auguró un próximo estallido social, vino a fracasar el último cacerolazo. Casi resulta una...
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