A Frankestein sólo le falta sacarle "la 10" a Messi

A sólo tres meses del Mundial, vuelve a desatarse una lucha sin cuartel por el control del poder en la tribuna. El monstruo incontrolable del barrabravismo no tiene límites. A los mercenarios ya no se les calma con poco: quieren todo y como sea. Por Fabián Galdi.



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